La utilización del sistema de gas butano o propano en la autocaravana o caravana es la fuente de energía más habitual. Nos proporciona autonomía y tiene una excelente relación coste/rendimiento. Pero, al mismo tiempo, es uno de los aspectos que más nos preocupa al usuario de este tipo de vehículo, concretamente la convivencia con el gas en un espacio tan reducido. Debemos evitar cualquier descuido que pueda desencadenar un accidente.
Si bien es cierto que un dispositivo de detección de humos y gases nos proporcionará una mayor seguridad en el habitáculo, siempre será necesario un correcto mantenimiento de los aparatos que funcionen a gas para evitar fugas o la tan temida acumulación de monóxido de carbono. Los precios de estos detectores oscilan entre los 65 y 90 euros. Una inversión sin duda rentable, porque ganaremos en tranquilidad.
A excepción de la iluminación y otros pequeños accesorios, el resto de aparatos funcionan a gas, como la nevera, cocina, calefacción o el boiler, que nos regula el agua caliente. Su utilización está sujeta a una normativa y por lo tanto a una revisión y mantenimiento periódico. La ley obliga a tener las conducciones y llaves en buen estado y, por supuesto, las gomas no caducadas. Las abrazaderas no deben nunca apretarse en exceso, por riesgo de rotura.
Por todo ello, recomendamos que la revisión y mantenimiento del sistema de gas del vehículo sea realizado de forma conjunta por:
- un técnico autorizado que revise cada dos o tres años aproximadamente la instalación completa.
- y el propio usuario que llevará a cabo un sencillo mantenimiento anual o bianual con el fin de anticiparse a cualquier fallo en el sistema:
- Detectar, anticipar y corregir posibles fugas de gas en el circuito (riesgo de fuego, explosión, intoxicación)
- Asegurar que la combustión de los aparatos a gas se realiza correctamente. Debemos recordar que una combustión defectuosa de un aparato tan cotidiano como, por ejemplo, la cocina, puede generar una cantidad suficiente de monóxido de carbono como para poner en peligro a los ocupantes del vehículo.
La seguridad requiere realizar revisiones de estanquidad periódicas. Estas revisiones consisten en insuflar aire a una presión superior a la requerida por el gas y comprobar que no tiene fugas. Otra forma de control consiste en comprobar las juntas y uniones con agua jabonosa o productos específicos en spray. En caso de duda la revisión la debe realizar un técnico cualificado (Consultar a nuestro proveedor de autocaravanas y caravanas)
Por nuestra parte, es muy importante mantener abiertas todas las rejillas de ventilación. Tanto en el receptáculo de las bombonas como en el interior de la autocaravana. El único riesgo que podemos correr en el caso de una fuga es la acumulación de gas por no disponer de la ventilación adecuada que, por otra parte, es obligatoria. La rejilla de aireación del compartimiento (arcón o cofre) hay que despejarla de insectos atrapados, hojas secas y otros objetos que impidan una correcta aireación. Estos compartimentos son a menudo utilizados para almacenar toda clase de objetos como trapos, latas de aceite, cables, etc.
La incorrecta combustión de gas puede darse por dos causas principales:
- los quemadores de los aparatos se encuentran sucios o defectuosos (normalmente debido al uso prolongado). También deben sustituirse las juntas que algunos aparatos incorporan entre el quemador y el cuerpo del aparato cuando se encuentran deterioradas o simplemente ya no existen
- el regulador de gas suministra un caudal incorrecto al aparato.
Por ello debemos controlar cómo es la combustión de los aparatos. Para ello observaremos la llama al encenderlos. Una combustión correcta se realiza cuando la llama es de color predominantemente azul, está bien formada, está pegada junto al propio quemador y produce un suave ruido silbante.
Además la ventilación es fundamental, revisaremos visualmente las conducciones de los aparatos y por lo que respecta a la cocina, que toma el oxigeno del interior y expulsa el C02 igualmente al interior, su uso está siempre condicionado a una ventilación externa, como por ejemplo las claraboyas de techo, que deben siempre permanecer abiertas o semiabiertas durante su uso.
Asimismo nos aseguraremos del correcto funcionamiento del termopar o termo-couple. Este pequeño dispositivo es un seguro a todo riesgo contra escapes de gas procedentes del propio quemador, sobre todo cuando un golpe de viento apaga la llama del aparato y el gas continúa saliendo al interior del vehículo. Su control es sencillo: basta con encender el aparato y apagar la llama soplando u de otra manera similar. Después de unos segundos se observará, por el olor y el leve silbido que produce, si el gas continúa saliendo o bien el termopar ha detenido su paso.
Si seguimos estos consejos ganaremos en tranquilidad y evitaremos incidentes. No obstante, siempre podemos acudir al taller de nuestro proveedor para consultar éstas y otras cuestiones que nos preocupan de nuestra caravana o autocaravana.
Fuente: Arsenio Gutiérrez Labayen. Viajar en autocaravana