Viajar en autocaravana es sinónimo de libertad e independencia, de respeto por el medio ambiente, de convivencia… Quienes practicamos el autocaravanismo conocemos las ventajas que supone desplazarse con el medio de transporte y el alojamiento en un mismo habitáculo, pero también las limitaciones y la necesidad de ceñirse a unas normas básicas en los lugares donde estacionamos o pernoctamos. Por lo general el usuario de autocaravana es respetuoso tanto con su vehículo, que es su propia vivienda, como con el entorno en el que mueve, aunque algunas veces se dan comportamientos incívicos.
El incremento de este tipo de turismo ha provocado que muchas administraciones locales se planteen la creación de zonas públicas de estacionamiento para autocaravanas en sus poblaciones. Una apuesta inteligente y acertada en estos tiempos de crisis. Los usuarios de autocaravana realizan una inversión inicial considerable con la compra del vehículo por lo que no suelen, por lo general, pernoctar en hoteles o apartamentos turísticos, pero sí realizan otro tipo de gasto, en el comercio local, museos, o degustando la gastronomía local.
En este sentido, el autocaravanismo puede entenderse como una forma de ingresos para el municipio, para esas pequeñas poblaciones con encanto, que deseen promocionar sus recursos turísticos. Se trata, en muchas ocasiones, de una actividad turística fuera de temporada, una mayor difusión del patrimonio histórico, paisajístico y cultural local y una potenciación del comercio local en especial de la restauración.
Pero todavía queda mucho camino por recorrer. No existen muchas áreas públicas en España que nos faciliten la pernocta y el estacionamiento con nuestra autocaravana. Uno de los aspectos que más puede dañar la imagen de los autocaravanistas es la evacuación de aguas residuales, por lo que tendremos especial cuidado en este sentido a la hora de viajar. Es recomendable salir de viaje con los depósitos de aguas vacíos y limpios y tener en cuenta las siguientes consideraciones.
En lugares adecuados y en ningún caso cerca de las viviendas, ríos o cultivos.
El vaciado de las aguas «negras» (WC) está terminantemente prohibido en la red de aguas pluviales.
Durante los trayectos, todas las válvulas de evacuación de las aguas deben permanecer cerradas.
Incluso la evacuación de las aguas limpias, se realizará en lugares inhabitados para evitar problemas con los vecinos o si nos lo permiten, podemos consultar si nos dejan hacerlo en las rejillas de la zona de lavado de vehículos de las gasolineras.
Si viajamos en caravana con toda seguridad pernoctaremos en un camping, por lo que este aspecto lo tendremos solventado. En el caso de viajar con autocaravana, la mejor opción será conocer de antemano los lugares habilitados por los ayuntamientos para la evacuación de aguas. Por lo que respecta a la eliminación de la basura se hará utilizando bolsas que se dejarán en los lugares previstos para ello.
La autonomía que proporciona la autocaravana hace que esté considerada como un tipo de turismo limpio y sostenible. Dispone de depósitos que pueden contener hasta 150 litros de aguas jabonosas procedentes de la ducha, lavabo o fregadera y depósitos de hasta 20 litros que recogen la materia orgánica que luego se depositan en las redes de alcantarillado a través de los puntos de vaciado ecológico existentes o en su defecto, en las estaciones de suministro de combustible.
Y no sólo por esto, sino porque el hecho de vivir en un espacio reducido y la necesidad de autonomía han hecho que en este sector se favorezca el ahorro de energía y de agua.
Muchas autocaravanas están dotadas de paneles de energía solar y el consumo de agua se establece en 25/30 litros por día y persona frente a los 142 que supone el consumo medio en domicilio, cifra que se triplica si hablamos de un turista de apartamento u hotel.
Foto: Afuegolento.com