Un acto tan placentero como disfrutar de una buena y sabrosa comida nos puede dar un buen susto. Según los últimos datos, la asfixia por atragantamiento es la tercera causa de muerte no natural en España, superando a los accidentes en carretera.
Son muchos los que ante esta situación optan por dar palmadas en la espalda de la persona que se ha atragantado y está tosiendo. Esto es algo que nunca debemos hacer porque se puede empeorar la situación.
Como más vale prevenir que curar, debemos memorizar la maniobra de Heimlich para saber cuándo y cómo auxiliar a personas adultas, niños e incluso a bebés que estén sufriendo asfixia por atragantamiento.
En este vídeo de Cruz Roja publicado por el diario Las Provincias, se explica cómo actuar y salvar la vida de alguien o de uno mismo mientras estamos de ruta o en cualquier situación.